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Descuido o comodidad VS gente opinante


Cuando decidí dejar de procesar mi cabello químicamente o más bien dejar el alisado, el proceso de transición fue horroroso, muchas veces me pregunté; cómo lo hacían las demás mujeres en mi situación. Y contra todo pronóstico, me probé a mi misma y a otros que lo haría.

El tiempo pasó y lo logré, actualmente todo está en completa normalidad. Pero ese en definitiva ese, no es el tema a tratar, sino el caso del descuido y la comodidad contra la gente opinante. Por lo decidí introducir el tema con lo anterior. porque es probable que más de una se sienta identificada.

Durante el tiempo de transición para sacar el alisado y dejar mi pelo natural, entre comillas, pasé muchas dificultades, entre ellas: encontrar un centro de belleza en donde supieran manejar mi melena salvaje con la menor agresión posible. Mientras tanto debí arreglármelas para lucir presentable no solo en mi lugar de trabajo, también en los lugares y actividades que acostumbraba. Al cabo de un año más o menos logré con esfuerzo y determinación sacar todo el alisado de mi pelo, para enfrentarme ahora con la duda de; si dejar ser mi melena salvaje con sus rizos naturales o, mantenerla a raya con los: laceadores, planchas, secadoras y demás. Así que, en lo que tomé esa decisión anduve probando entre una cosa y otra. La verdad es que me divertí muchísimo y aprendí aún más, aunque no necesariamente puedo decir que aprendí fue de melenas salvajes y cabellos lacios, claro eso estaba incluido también.

De lo que verdaderamente aprendí, fue de las personas, la comodidad y, el descuido.

Aunque se lea cliché, todos los seres humanos son diferentes, pero eso seguro ya lo sabías. Así que, ahora escribiré lo que en verdad aprendí de las personas. Aprendí más de mi que de cualquier otro, lo cual, fue muy bueno.

Las personas, o gente opinante, como les llamé, por decir lo menos, lograron sacar con sus opiniones lo peor y por supuesto lo mejor de mi. Aprendí a callar, a controlar un poco la ira o mejor, a canalizarla por otras vías. Descubrí algo llamado auto control o dominio propio y resiliencia. Cualidades, que aunque ya conocía solo las había podido experimentar e implementar en algunas partes de mi vida, no siendo mi, bocota, una de esas partes.

Una de esas ocasiones, fue cuando una, gente opinante, tubo el atrevimiento de compararme con alguien más y no contenta con eso me tildó de descuidada y cómoda. Pero para su mala suerte, aún no estaba tan entrenada en las disciplinas antes mencionadas. Así que, en lugar de ignorar el comentario, decidí agredirle más o menos en la misma proporción en la que me sentí ofendida, al menos eso pensé. Y aunque lo que dije no fue nada del otro mundo, vino a ser en su persona una enorme verdad, así que logré mi objetivo.

Le dije en tono serio mirando a sus ojos: Que la gente debía aprender a saludar sin opinar. Que la belleza no estaba restringida o limitada a su gusto, o a un salón de belleza. Que como no estaba en mis circunstancias físicas, emocionales y económicas no tenía el derecho a opinar de cómo luzco yo u otras personas, sobre todo cuando se trata de alguien cuya opinión tiene tanto valor como la de un dentista en una construcción. Y para coronar, le hice saber lo segura que estoy de apariencia y que el hecho de que mi estilo fuera distinto no quita o borra mi belleza, cualidades y destrezas.

Las sociedades, a pesar de sus muchos beneficios, nos han condicionado para juzgar, y juzgar duramente las cosas por como se ven. Sin pensar a veces, que detrás de cada cosa hay una razón, ya sea que comprendamos o no.

Por eso mismo, tomé tiempo para investigar acerca de la comodidad y el descuido y, esto fue lo que encontré:

Sobre el descuido.

El descuido es: Falta de interés, atención o cuidado de una persona en lo que hace o en lo que está a su cargo o bajo su responsabilidad.

Falta de cuidado en la forma de vestir y en el aseo personal.

Falta de arreglo y orden en las propias cosas.

Pero además, el concepto de descuido hace mención a una negligencia, una desconcentración, un olvido, una distracción o un desliz. Se trata de una acción que revela una falta de precaución o de cuidado. También, alude a una acción reparable o desatención que desdice de

aquel que la ejecuta, o de aquel a quien ofende o perjudica.

Y en conclusión, el descuido tiene poco o nada que ver con el gusto o deseo en particular de una persona, sino más bien con el cuidado que se propine a las cosas que competen a cada quien. Incluso, refiere a la manera de tratar y referirse a otro.

El descuido, no es nada parecido a lo que agrade o no a alguna persona. Más bien es, respeto, cuidado y atención. Ninguna de esas cosas, se restringen o determinan por el gusto o deseo de alguien particular.

Lo que encontré sobre comodidad fue aún mejor… Les diré la próxima semana.

Debemos aprender, que lo diferente no es necesariamente malo. Que los prejuicios, no definen a nadie más que a quien los tiene. Que no existe una única manera de ser o hacer las cosas. Y que irrespetar agredir, violentar, aplastar y maltratar física, verbal o emocionalmente a alguien o algo, sí es un descuido, sí es ser descuidado. Prestemos atención, cuántas veces hemos sido descuidados…

La Chica Del Sombrero

#crecer #comodidad #descuido

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