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Hijos de la gran puta

No mucho tiempo después del nacimiento del feminismo. Las mujeres, empezaron a ser educadas con la idea de que podían ser o hacer otras cosas, distintas a ser madres, esposas, amantes, domésticas, enfermeras o cualquier papel fuera de los que típicamente suelen desempeñar las mujeres.







Desde esos momentos hasta la actualidad, hemos recorrido un largo y sacrificado camino, detrás de una supuesta liberación, lo interesante es, que a veces me cuestiono, si realmente estamos o estuvimos cautivas en algún momento.


En el transitar de ese camino, es justo reconocer, que obtuvimos algunas victorias, entre las que se pueden contar: el derecho a la educación, derecho al voto, así como también el derecho a optar por determinados puestos en la sociedad, que en otras épocas fueron especialmente, ocupados por hombres.


Sin embargo, pese a los evidentes cambios, y el hecho de que se nos ha estado educando sobre la base de que, el mundo es nuestro, y podemos lograr casi cualquier cosa. Además de: ser madres, esposas, amantes, domésticas o enfermeras; y quiero aclarar, que no hay nada de malo con ello, solo, que no todas están conforme con lo anterior, y entienden que hay muchas otras cosas más, en la vida.


Y todo eso está muy bien, hasta que alguna de nosotras se lo cree. Es decir, sí, las mujeres pueden, pero las que realmente se atreven a creer eso. Es probable que les toque pagar un precio más alto del que pueden pagar.


Por eso, puedo afirmar que, casi todo el discurso de empoderamiento y liberación, es falso.


¡Falso! Y escribo ¡falso!, no porque seamos incapaces, sino, porque los que te están vendiendo ese cuento, no solo no se lo creen ellos mismos, sino que son también, los que harán lo necesario para evitar que eso sea una realidad.


Así que, basados en excusas poco originales, como la de el amor y la protección. Cuando la realidad no es otra más allá que su propio miedo.


¡Así que, a ti mujer dale con todo! Solo si puedes pagar el precio que te toque pagar.
Posdata: A los hijos de la gran puta, les escribiré después, lamento que el título tenga poco que ver con lo que han leído el día de hoy. y aunque creo que se los había escrito por Twitter: @girldelsombrero, quiero recordarles que, no tienen que ofenderse cuando alguien les dice que son hijos de una gran mujer, aunque se trate de una puta. Por lo menos, sus madres son grandes en algo… Hasta luego.