¡Qué se siente!
Hace más o menos, dos semanas estuve de cumpleaños, y así como me enseñó mi madre, procuré estar de cumpleaños desde el día uno del mes, hasta el momento de la fecha: Fue un día muy hermoso, lleno de alegrías, amor (chocolates), cariño, regalos y celebración. Y no es por nada, pero ese día, el cielo estaba más azul, el sol más brillante, las nubes más hermosas e incluso yo, me sentí increíblemente agradecida, amada y supremamente dichosa.

Creo que no pudo haber sido mejor, mi día estuvo lleno de amor y felicidad, literalmente.
Recordando un poco el transcurso de lo ocurrido anterior a mi fecha, Confieso, que no soy muy de celebraciones, fiestas y esos asuntos, porque para mí, usualmente es un día como cualquiera, aunque este año, definitivamente, no lo fue. No ocurrió nada extraordinario, más allá del privilegio de estar viva y haber podido disfrutar junto a mis seres queridos.
Luego, caí en cuenta de que en ese transcurrir de días previos, algunas personas me preguntaban o me decían algo sobre: qué haría para ese día, que cuáles eran los planes y otras cuestiones aledañas, como por ejemplo la pregunta: qué se siente… De paso, esa pregunta no la entendí completamente nunca, ni por error.
provocó por supuesto que no tuviera una respuesta inicialmente, para quienes la realizaron. Aunque, en la mayor parte de los casos pude leer sus intenciones y con eso, si lo consideraba pertinente y necesario, les daba una respuesta que estoy segura casi ninguno se esperaba.
No porque mis respuestas fuesen elocuentes o creativas, sino, porque de acuerdo a sus intenciones, esperaban algún tipo de reacción específica de mi parte, cosa que nunca ocurrió.
Debo reconocer, que en parte, algunos de esos, qué se siente… motivaron en mí, la actitud tan hermosa que pude experimentar este cumpleaños 2021
Al hacer un recorrido por casi todo lo pasado durante el 2021 hasta mi gran día, me enteré de lo extremadamente dichosa y afortunada que soy: Logré muchas de mis metas, me enfrenté a varios retos y gané, comencé varios proyectos que aún sigo desarrollando: van muy bien, y ¡gloria a Dios por eso!
Además, fui consciente y agradezco por ello, de que en medio de una crisis sanitaria y económica, donde la gente perdió tanto, desde su sustento hasta la vida, yo, no he perdido nada, y que al contrario gané mucho más.
Y finalmente, reparé en el hecho, de que con todo y mis limitaciones, solo ha habido una sola cosa, que me he propuesto y no he logrado aún, es ir a París, pero como ya sabrán, soy quizás la persona más terca y obstinada del mundo. Así que, eso y lanzarme al vacío en un paracaídas, son actividades en las que aún estoy trabajando. Espero, un día no muy lejano, escribir, La Chica Del Sombrero desde París. Y, en respuesta a quienes me preguntaron, qué se siente..., definitivamente se siente ¡increíble! a mi edad ser quien soy, y haber vivido como lo he hecho hasta ahora
¡yujuu!
Esto último, es algo que no suelo hacer, pero supongo que es válido, les invito a pasar por mis otras redes sociales: en Facebook e Instagram: estoy como @lagirldelsombrero, y en Twitter: @girldelsombrero.
No le digan a nadie, pero próximamente, estará disponible la agenda 20222 365 días inolvidables; y otros detalles en la tienda virtual.