Y aunque me duela...

El año pasado, inicié un proceso de cambio que jamás imaginé iba a realizar, o que sería tan interesante como duro.

Más o menos a mitad de año empecé una serie de entrenamientos, que por mucho que supiera que eran necesarios, nunca me hubiese imaginado que tanto.

El punto de todo esto es, que tuve mucho que hacer y cambiar, y aunque sé que lo único constante es el cambio, me resistí olímpicamente, fui desafiada a hacer cosas que para mí eran completamente improbables.

Hoy, no sé que decir, más; que valió la pena, el dolor, el cambio, el esfuerzo, el estrés (no tanto) pero cada experiencia durante esos entrenamientos, ha valido la pena.

Soy diferente, soy mejor, soy yo misma, más fuerte, inteligente, y segura.

Wooou hasta yo me sorprendo, eso se lee muy bonito Ahora. Sin embargo, no lo fue ni un poco, cuando me tocó vivir la experiencia.

La otra parte de la historia, esa que no es tan bonita, o que sí lo es, pero de una manera completamente distinta, esa parte de la historia que se suele ocultar detrás del telón porque apesta, y sobre todo porque duele.

Así que, aunque me dolió, y fue muy dura, solo puedo estar agradecida por ello. Concluyo mi historia o no, más bien continúo mi historia, escribiendo: Miss Emma Carolina, la Magister, me puso ootra tarea, de esas que me ponen en zozobra, solo que esta vino disfrazada de algo más sencillo.

La dichosa tarea, era...

Otra de esas cosas que por ahora no tengo el valor de hacer, que me estresan, y me ponen en aprietos terriblemente, pero que sé; me reconstruyen, aunque duelan.